Vencer la pereza

Vencer la pereza

 

Vencer la Pereza no es tan difícil

¿Está cómodo el tigre? ¿verdad? Qué maravilla verle, se siente feliz y se le ve a gusto de verdad. Es una fotografía que podría explicar la pereza, esa que ocupa mucha parte de nuestro tiempo y que tenemos que empezar a combatir. Si realmente queremos hacer cosas en nuestra vida y no perder el tiempo demasiado, debemos empezar a actuar.

Tras la pereza pueden esconderse muchos factores: agotamiento mental, estrés, miedos, poca habilidad para gestionar el tiempo, o no tener claros los objetivos.

Si te da pereza hacer algo por el esfuerzo que supone, piensa en lo que pasará cuando esté hecho. Visualiza el resultado y visualiza tus emociones cuando hayas conseguido tu objetivo. Esto te llenará de energía y motivación.

Me contaba una amiga, hace poco, que ella siempre había sido muy sedentaria y que siempre estaba cansada, pero que un día eso cambió. Me contó que se había comprado una casa, que la verdad es que estaba hecha una ruina, y para ahorrase un dinero, se acercaba todos los días para hacer todo lo posible para arreglarla, lógicamente en la medida de sus posibilidades.

Le resultaba un trabajo muy duro, después de su jornada laboral, acercarse allí a trabajar más, pero era tan satisfactoria la recompensa de ver cosas nuevas instaladas o arregladas por ella misma que no le importaba.

 

vencer la pereza

 

Al cabo de unos días de tanto esfuerzo le pasó algo que le sorprendió. Un día que no pudo ir a su nueva casa, su propio cuerpo le pedía hacer algo, salir a dar una vuelta, hacer ejercicio o cualquier otra cosa, pero lo que no le apetecía era estar sentada en el sillón. Su mente le pedía hacer algo activo. Su cuerpo era un tren de mercancías que no quería parar.

¿Qué había pasado? Simplemente cambió de hábitos y aunque al principio la supuso un esfuerzo. Al final su cuerpo y su mente cambiaron, volvieron a su estado natural. Estamos hechos para el movimiento.

La pereza no forma parte de nuestro carácter, es un hábito que adquirimos, y reforzamos por patrones de conducta poco beneficiosos.

Tendemos a evitar o retrasar la sensación desagradable de hacer lo que no nos apetece. Nos inventamos mil excusas. Tememos al esfuerzo, queremos siempre la vía fácil. Pero se nos olvida que ese esfuerzo siempre trae una recompensa. Por nuestro estilo de vida actual nos parece muy normal, estar sentados. Pero ni es sano, ni es natural, en los seres vivos estar siempre en modo «sofá».

 

 

Yo te puedo dar un consejo que sigo a rajatabla. Cuando algo me da pereza, No Pienso, Solo lo Hago. Lo peor que puedes hacer cuando algo te da pereza es pensar. ¿Por qué? porque si piensas vas a encontrar una o mil excusas para no hacer lo que tienes que hacer.

A los que nos gusta hacer deporte pero también es nuestro trabajo, nos ocurre a menudo. Suena el despertador y te quedas en la cama pensando: ¿Y si hago ejercicio mañana? Y ahí es donde está el problema ya que en el momento que te plantees la duda, tu mente encontrará miles de excusas y justificaciones para no realizar la tarea que toca: «hoy estoy muy cansada», «he dormido poco», «hace frío», “por un día que no lo haga no pasa nada”… y otras tantas.

 

 

Así que en ese momento lo que hago es no pensar, me pongo la ropa de deporte, y cuando me quiero dar cuenta ya he realizado mi tarea, y me encuentro quizás cansada pero satisfecha.

Para empezar tenemos que trabajar nuestra mente, tenemos que hacer un trabajo intenso y psicológico con ella. Ten claros tus objetivos y no dejes que los malos hábitos, la duda o la pereza te hagan abandonar el camino.

Aquí te dejo un vídeo con consejos para ponerte en marcha y no tener miedo a dejar la pereza atrás ¡Vamos!

 

 

 

6 Comentarios

  1. Marta Martinez

    Gracias por las ideas. La verdad es que cuando hago el esfuerzo un dia que estoy cansada luego lo agradezco porque me lleno de energía. El cuerpo te dice que no puede pero no hay que hacerle caso. 😃

    Responder
    • kanimoo

      La verdad es que todos en algún momento dado podemos tener pereza al realizar una actividad. No pasa nada, siempre y cuando no se convierta en una costumbre.

      Muchas gracias por leer este post.

      Responder
  2. Elena

    Cuesta mucho ponerse a hacer cosas cuando llegas a casa, pero que bien viene un rato para uno mismo, haciendo ejercicio o algo que no sea tele y más sofá.

    Responder
    • kanimoo

      Hola Elena, entiendo perfectamente que después de un día duro de trabajo (y lo que queda en casa por hacer), lo que más te apetece es sofá y tele. Pero si dedicas un rato a tu salud física o mental (relax, meditación, leer un libro…), te encontrarás a la larga mejor. No es lo mismo 8 horas de trabajo que 20 minutos de ejercicio.

      Muchas gracias por todo.

      Un abrazaco.

      Responder
  3. Alberto

    Yo era de los que no salía del sofá. Decidí salir a correr, y aunque al principio me tenía que forzar a salir. Le fui cogiendo el gustillo y ahora cuando no puedo salir a correr, lo echo mucho de menos.

    Buen post.

    Responder
    • kanimoo

      Hola Alberto, gracias por tu comentario. Efectivamente, hacer un poco de ejercicio, es lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos, y la pereza es una actitud, una costumbre, que se puede cambiar. Sigue así.

      Responder

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Pin It on Pinterest